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RELATO DE UNA PROVINCIANA (II)

Actualizado: 19 may 2020


¡Hola!

Como habéis visto en el post anterior (un momento, ¿porque estoy escribiendo como española?... entiéndeme pues, quería darle un aire especial a esta historia), bueno les contaba un poco acerca de mi experiencia sobre como me decidí mudarme de ciudad y todo el proceso que esto había acarreado.


La ciudad elegida ha sido Lima. Muchos dicen odiarla por lo rápida y bulliciosa que suele ser la mayor parte del tiempo, por no decir siempre... y ha decir verdad hubo un tiempo en el que sinceramente esta ciudad no llamaba mi atención. Cuando era niña no solía disfrutar mucho los viajes cuando sabía que Lima sería el destino de las vacaciones, pero ahora la situación era distinta.


Como ya había dicho antes para elegir la ciudad primero hice una especie de "estudio de mercado" y obviamente Lima tenía las mejores opciones para mí, así que empecé a postular a varios trabajos y fue entonces cuando las visitas a la capital se volvían cada vez más frecuentes. No miento si te digo que en la agencia de autobuses me reconocían cada vez más que hasta me volví pasajero frecuente (¡oye! era una celebridad, pobre, pero al menos ya tenía algunos privilegios). Los días se me iban entre Chiclayo y Lima, viviendo en hoteles, buscando a una “tía veneno confiable” para almorzar, Google Maps era mejor que un enamorado (siempre me llevaba en la dirección correcta). Descubrí que no era tan pesada como decían porque podía correr perfectamente bien detrás de un bus para que este no me deje. Las horas durante la noche eran largas pues era el momento perfecto para pensar sobre todo lo que había ocurrido durante el día, para seguir buscando nuevas ofertas de trabajo interesantes, para prepararme y mejorar el posible diálogo que seguramente entablaría con alguien al día siguiente, para armar mi ruta de viaje, para elegir el mejor vestuario (mi segunda regla de oro: La imagen que proyectas es importante), etc.


Aunque suene cliché debo decir que no fue fácil. El secreto fue estar totalmente enfocada. Sí, puse toda mi energía y concentración en encontrar lo que había venido a buscar, creo que definitivamente poner esto en práctica es clave en todo.

Los días seguían pasando, la plata se iba acabando, el humor me iba cambiando hasta que sucedió... el bendito teléfono por fin sonó y el mensaje fue claro: "¡Hola! Quedaste seleccionada para el puesto, necesitamos que te presentes mañana a primera hora". ¡Listo! ya era oficial, así que la mudanza tenía que comenzar, entonces volví a Chiclayo para empacar recuerdos, despedirme de los amigos, de la familia y sentirme como parte de aquella historia por última vez. ¡Ojo! No estoy diciendo que jamás volví, siempre regreso pero las veces que lo hago es solo de visita porque por ahora puedo decir que mi casa está en Lima.


Y Lima me recibió muy apurada. Sí, así es ella, no tiene tiempo para la nostalgia ni las bienvenidas cariñosas. Desde el primer día me dejó claro que este no es lugar para dormirse y que no aceptaba "niñas pinky's" (aunque yo lo sea, con eso no ha podido). Aquí o te acostumbras y le agarras el hilo a la situación o te regresas por donde viniste, así de simple no hay tanta ciencia… ahora era exactamente eso lo que me encantaba de esta ciudad porque estaba dispuesta a demostrarle que conmigo la historia sería distinta.


Continuará...


De izquierda a derecha o de arriba abajo: Patio de comidas del Parque de la Amistad, Santiago de Surco / Vía Expresa, San Isidro / Larcomar, Miraflores.

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