¿Qué me aportó mi marca personal en el 2020?
- La Piba Blog
- 23 dic 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 28 dic 2020
Un post diferente para terminar el año (No, no es cierto... o buenos sí).

Siempre que acaba el año, me gusta hacer un resumen, recordar momentos, emociones, actividades, proyectos... en fin, siempre hago el balance de todo lo acontecido durante el año y agradezco a las personas que me ayudaron a sobrellevar los 365 días (sí, aunque suena a muuuuchos días, la verdad es que este tiempo se fue volando). Este año ha sido distinto, pero no será la excepción, así que aquí empieza mi resumen de experiencias, que más que personales, serán profesionales... Sin duda el 2020 vino lleno de sorpresas.
Antes de empezar debo decir que hacer este ejercicio es muy interesante (lo recomiendo). Con la rutina, muchas veces dejamos pasar momentos que valen la pena recordar. Hacer un resumen anual ayuda mucho a mirar en retrospectiva nuestras experiencias más destacadas y ser conscientes de todo lo que hemos aportado y nos ha aportado este año. También, al menos a mi, me ayuda a valorar todas las actividades realizadas, a identificar todo lo que tengo que mejorar o ha quedado por hacer y a coger impulso y energía para continuar un camino lleno de proyectos e ilusiones (no, no es floro y sí, sí ya voy a empezar).

Para ponerlos en contexto, les voy a comenzar contando, brevemente, que hace muchos años atrás, un grupo de amigos, algo locos, un poco bohemios, un tanto soñadores pero siempre, siempre comunicadores tuvo la genial idea de formar una agencia de comunicación a la que bautizaron con el nombre de Red Line (por aquí les dejaré el logo que tiene derechos de autor, así que ¡Ojito con eso!). Como todo buen negocio y como buenos comunicadores Red Line, tuvo un brief en el que se detallaban todas las características esenciales de la empresa y donde se destacaba la visión:"Llegar a ser una empresa de Comunicaciones renombrada a nivel nacional, creando un entorno adecuado de acuerdo a las necesidades de nuestros clientes." ... Bastante ambiciosos ¿no creen?, pero estaba bien, claro que sí. Y como siempre lo digo: "Si vas hacer algo, hazlo bien y con pasión, de lo contrario no hagas nada" (incluye... todo, absolutamente todo).
Con el paso del tiempo cada uno de estos muchachones cogieron sus alas y empezaron a volar en distintas direcciones. Mantenerse unidos era más fácil cuando aún compartían aulas en la universidad, pero fuera de ellas la situación era muy diferente. Red Line quedó en stand by y la vida se encargó de volverla un bonito recuerdo. A mi siempre me quedaron las ganas de formar algo similar o igual. La idea de tener una agencia de comunicación nunca se fue de mi cabeza, pero para tenerla habría que dedicarle tiempo, esfuerzo y sobre todo ganas. Los años seguían pasando y me especialicé en Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas, aunque mi pasión por la publicidad y el diseño gráfico nunca murieron, así que me mantuve activa tomando varios cursos (hasta ahora los tomo).
La vida continuaba y yo trataba de tener todo bajo control (como siempre). El 2019 fue un año increíble por donde lo mire. Lo que hice, lo que solté, lo que aprendí, las personas que conocí, los lugares que visité... ¡Wouu!, no hay palabras para describir aquel año y mi lógica me decía que si ese tiempo había sido tan increíble, entonces mi 2020 sería la continuación de todo lo bueno que venía experimentando... pero lo que vino fue el ¡COVID! y el mundo se paralizó y nos paralizamos y me paralicé... y ¿ahora?... fue cuando entendí que ahora era el momento que tanto había buscado y que la rutina me había robado.

Comencé a trabajar. Iniciaron la lluvia de ideas, elección de colores, diseño de formas, elección de fuentes y dé repente me vi otra vez disfrutando de lo que más me gusta hacer, de lo que me apasiona, estaba comunicándome para poder comunicar (sentí correr la sangre en mis venas, lo prometo). Fueron varios meses de trabajo previo para que por fin en junio se pueda se lanzar oficialmente LaPiba Blog, mi primer blog.
A partir del lanzamiento entendí que este proyecto dependía mucho de mí y que yo necesitaba ser responsable. Ya no solo se trataba de opinar o conversar con amigos, compañeros y familiares, ahora iba a compartir con el resto del mundo temas relacionados con la comunicación, entonces tenía que estar preparada y saber de lo que estaba hablando. Además, (como soy defectuosamente perfeccionista) tenía que estar convencida de que toooodo el material que iba a presentar y compartir debía ser de calidad, por eso me abastecí de varias herramientas audiovisuales. Poco a poco me agencie de equipos que me ayudarían a desarrollar mejor esta labor(esas sensaciones que sentía al ir montando un mini estudio eran de otro planeta). Ahora en mi casa tengo un pequeño espacio que está destinado a este hobby, porque no lo considero un trabajo. Nunca me canso de escribir, leer, diseñar, fotografiar, grabar, editar... ejecutar todo esto me relaja, me libera, me gusta.

El año aún no terminaba y en noviembre lancé mi primer podcast. Administra tu Comunicación es un streaming que, como su nombre lo dice, habla de comunicación y administración, un mix que aunque suena un poco raro al oírlo, no es tan descabellado. Aquí comparto roles con mi hermana Kriss Fiorella y aunque ella es de otro mundo profesional (sin tantos reflectores, cámaras, fotos o ediciones) aceptó aventurarse conmigo en este viaje y eso definitivamente me hace sentir muy bien. Darme cuenta que, además de compartir varias situaciones diarias con ella, ahora también podemos colaborarnos profesionalmente, me hace sentir muy orgullosa de mi pequeña hermana (bueno ya no es tan pequeña, pero para mi siempre lo será... ya saben así somos los hermanos mayores).
Ha sido increíble poder ver nacer a La Piba Blog, que además trae cola para el próximo año (estoy a tope con las emociones). Ya se están preparando muchas cosas más y creo que este podría ser el primer paso para concretar ese sueño que quedó en pausa (la agencia). La Piba Blog me está dando muchas oportunidades y herramientas para continuar fortaleciendo mi marca personal y aunque suene paradójico, la paralización del mundo me ayudó a moverme y caminar. Académicamente hablando, el 2020, me dio tiempo y espacio para continuar desarrollándome. Hice un diplomado en Comunicación y Relaciones Comunitarias, empecé una especialización más profunda en Comunicación Corporativa y Administración, también empecé a estudiar alemán (pues hay un viaje, una invitación y quizá una promesa pendiente que van a necesitar de ese idioma... Das ist für mich spannend!... Ahhh, ¿Qué tal?).
Y como me considero una mujer amante del arte, aproveché momentos del 2020 para aprender unas pocas y breves melodías en teclado de órgano (porque mi hermana es la especialista) y también retomé otro de mis pasatiempos favoritos: pintar en acuarela. Yo encuentro a esta actividad muy relajante, además me ayuda a disparar la imaginación y creatividad. Alegré mis días con cursillos de baile tradicional... ya saben lo que dicen: la Marinera Norteña enamora y además, me alegra poder decir que estamos terminando un escrito, que seguramente y con suerte, algún día podrá convertirse en un libro virtual (sí hombre, también escribo, creo que ya se dieron cuenta, no se cuantos párrafos voy...). Escribo relatos, frases, reflexiones... escribo cuando estoy muy abrumada, enamorada o melancólica… (cuando estoy alegre canto, pero esa es otra historia). Para ir terminando este post, el 2020 también trajo consigo mis 30 años y como ven, estoy disfrutando de muchas cosas muy buenas.
Agradecimientos:
(Salmos 136: 1-3)
Para cerrar esta publicación, que ya se hizo bastante larga, debo agradecer en primer lugar a Jehová Dios por permitirme conocerlo y por mantenernos a salvo de las muchas enfermedades (de todo tipo) que aquejan este mundo. Tanto yo como mi familia y a todas las personas cercanas que tengo están tranquilas y eso hay que agradecerlo. Creo que levantarse a diario con vida ya es un regalo bastante genial y haber logrado varias cosas en este tiempo es el mejor complemento y soy consiente que todo se lo debo a Él.
Aunque he destacado los momentos profesionales más significativos de este año, han sido muchas las personas que han aportado bastante en varios aspectos de mi vida. Tenerlos lejos no ha sido fácil pero tampoco ha sido un obstáculo y he logrado sentir de cerca su amor, fortaleza, amistad y comprensión. Gracias a todos aquellos que este año me han aportado, inspirado, alentado y valorado en mis proyectos personales y profesionales. ¡Muchas gracias!
Termino diciendo que:
"La vida es coleccionar pequeños momentos de felicidad, que son como el día, que siempre se van... pero regresan."
(Pequeños momentos - La Oreja de Van Goh)
¡Gracias y un abrazo!

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